Sexo como manera de vender objetos

Todos sabemos que el sexo es utilizado por muchas marcas para generar ventas. Hemos podido ver desde carteles enormes con mujeres con pechos grandes como reclamo, hasta spots en los que los directamente los protagonistas practican sexo. Hoy os vengo a hablar de si realmente es ético o no utilizar el sexo para vender unos objetos o servicios que nada tengan que ver con él. Es decir, omitiré anuncios de preservativos, juguetes eróticos, etcétera, porque realmente estos productos son utilizados para el sexo.

Quería hablaros de esto porque hace unos días vi un anuncio en Internet que la marca de caramelos Skittles había emitido en TV en el año 2011.

El anuncio fue censurado en Estados Unidos pero fue Mediaset (cómo no) quién decidió traer el anuncio a España. La Noche de Reyes de este mismo año, sobre las 2:30 de la madrugada, Cuatro emitió este spot en el que se puede ver cómo una pareja de recién casados practican sexo y en el momento en el que el hombre eyacula sobre el rostro de su mujer, en vez de salir esperma aparecen caramelos de colores que rocían el cuerpo de la mujer. (Hay que resaltar que la propietaria de la marca, Wrigley, se desentendió de anuncio ya que ni realizó ni autorizó el contenido del anuncio).

Sin embargo, lo que vieron los espectadores de Cuatro no fue el anuncio real, sino una versión del anuncio. Cuatro estaba emitiendo un filme que parodiaba películas de terror y esta película empezaba con una parodia del famoso anuncio de caramelos. Así que, Cuatro no emitió el anuncio como si fuera un spot dentro del tiempo de publicidad, sino que emitió una película en la que aparecía el anuncio. Aun así, conociendo a Mediaset, perfectamente habría podido difundir el spot sin importarle nada...

También tenemos que recordar que en este spot es sobre todo la mujer quien es utilizada como objeto sexual. Es ella quien aparece al final del anuncio esperando ansiosa a que el hombre eyacule sobre su cara, y él tiene una imagen de empoderamiento mientras está de pie y ella espera de rodillas su "regalo".

He encontrado otros spots en los que utilizan el sexo para vender objetos que nada tienen que ver con ellos:

En este anuncio nos intentan vender el sistema Microsoft Office XP, también utilizando el cuerpo de la mujer como reclamo. En este caso, el hombre intenta desabrochar el sujetador de la mujer y es cuando ve que hay que introducir una contraseña para poder quitárselo y verle los pechos.

En este otro anuncio nos muestran a varias mujeres, incluida Pamela Anderson, en bikini y mojadas con un liquido que parece ser leche (todos sabemos realmente qué quieren que parezca). Aunque no lo parezca, lo que intentan es vendernos un proveedor de nombres de dominios.

Además, en este spot podemos ver un claro signo de machismo ya que el hombre no es capaz de ver a las mujeres como personas trabajadoras. Mira sus escotes, se las imagina en bikini y no presta atención a lo que dicen. No sabe verlas como compañeras de trabajo, con sus correspondientes estudios, empleos y sueldos, él solo ve cuerpos; tetas, culos, en definitiva, las trata como si fueran trozos de carne.

En este otro spot, en el que nos muestran a tres mujeres teniendo sexo entre ellas y a un hombre queriendo unirse a ellas, lo que intentan vendernos es cerveza. Sí, cerveza... Es lamentable, ya que la cerveza no sale hasta el final del anuncio. Si omitiéramos los dos últimos segundos del anuncio, podríamos pensar que se trata de una película porno.

En el anuncio que tenemos aquí arriba la marca Doritos nos vende su snack. Como en todos los demás, las mujeres son objetos sexuales y están ansiosas por tener sexo con los protagonistas. En este spot, las mujeres directamente llueven del cielo y vienen con ganas descomunales de sexo. Una manera muy ingeniosa para vender un snack, sí señor...

En este vídeo podemos ver tres spots de la campaña de Ikea "Sé ordenado". Para ser sincera, fue uno de los anuncios que más me sorprendió en cuanto a marcas, ya que Ikea tiende a hacer anuncios con mucha conciencia social. Hemos podido ver muchos anuncios en los que apuesta por la diversidad de parejas y acepta abiertamente la homosexualidad y bisexualidad.

Además de spots, también tenemos varias gráficas en las que utilizan el sexo como reclamo para vender bolsos, hamburguesas o un coche.

Además de los anuncios que os he mostrado aquí, tenéis muchísimos más en Internet con los que os quedaréis a cuadros. Os he puesto los que mas me han llamado la atención porque no es plan de poner tropecientos anuncios para lanzar la idea que os he querido lanzar.

Sin embargo, este otro de aquí abajo me ha llamado especialmente la atención:

El eslogan del anuncio dice lo siguiente: "Convertirte en donante es la única forma que tienes de estar dentro de ella". En este anuncio belga, cuyo objetivo es la donación de órganos, utiliza el cuerpo de la mujer como gancho para la campaña, y por consiguiente el sexo.

No me malinterpretéis, para mi el sexo es algo precioso. Es una conexión muy íntima entre dos seres humanos y es algo muy natural y único, pero estas campañas lo que hacen es denigrar el sexo. Me da la sensación de que hoy en día se nos ha olvidado hacer el amor y solo sabemos follar. La publicidad nos transmite una visión del sexo que desde mis ojos veo como barato, sucio e increíblemente accesible.

Todos sabemos cómo se puede vender un producto: poneniendo mujeres u hombres atractiv@s, con poca ropa, o incluso teniendo sexo entre ellos. Pero, ¿realmente esto es ético? ¿No sería mejor echarle un poquito más de imaginación y crear un anuncio que hasta ese momento no se hubiese visto? Creo que si seguimos los pasos de estas marcas, no existirían publicistas en este mundo, ya que TODO el mundo sabe cómo se puede vender algo de manera rápida y eficaz. Yo apuesto por una publicidad verídica, en la que nos muestren las ventajas del producto (obviamente no nos van a mostrar el lado malo) para que nosotros podamos decidir si queremos comprarlo o no. Apuesto por una publicidad que cree conciencia social, nos ayude a ser mejores personas y de esta manera poder comercializar productos sin hacer daño a grupos sociales que puedan sentirse ofendidos. Creo en una publicidad PARA TODOS, sin importar el origen, edad o sexo.