Estamos hartas

Sabemos de sobra que tanto en la vida como en la publicidad existen ciertos estereotipos en los que claramente la mujer sale perdiendo. Los estereotipos femeninos siempre se refieren a la belleza, a la limpieza, al cuidado de la familia y los estereotipos masculinos siempre son los del poder, el control y el trabajo. 

La publicidad es un claro ejemplo de lo que las personas opinan sobre cómo debería ser una mujer. Aquí os traigo varios ejemplos que he visto en los últimos días y que se pueden o se han podido ver hasta ahora en la televisión.

Para empezar, Pastas Gallo nos planta a Susana Griso teniendo una conversación con un hombre en la que le dice que sus amigas no comen pasta porque engorda (primer estereotipo: la mujer siempre tiene que estar bella) a lo que él le responde con un lenguaje muy profesional en opinión de ella (segundo estereotipo: el hombre siempre es el experto en la materia), ella le dice que lo traduzca, que no lo entiende (tercer estereotipo: las mujeres somos tontas, no conocemos palabras "complejas"). Después sale Susana diciendo que con Pastas Gallo no te pasas (mismo estereotipo de belleza).

En este anuncio podemos ver tres estereotipos de los cuales uno está repetido dos veces. Vamos, que a las mujeres nos vienen a decir que no podemos engordar y que encima somos tontas porque no entendemos de qué nos hablan. Este tipo de estereotipo se puede ver en otros anuncios como el de Activia, en el que sale Karlos Arguiñano como el experto. En este spot, se vuelve a repetir la misma historia: Mujer que no quiere engordar, no conoce Activia y viene el hombre experto a enseñárselo.

Podría enseñaros tantos anuncios que reflejan fuertes estereotipos que denigran a la mujer... Los anuncios de perfumes masculinos en los que se suele ver al hombre poseyendo a la mujer, como los de One Million, los anuncios de alimentos light en los que la protagonista siempre es la mujer, así como en los anuncios de productos para el hogar, etc.

Pero las mujeres estamos hartas de ser simples objetos para el hombre, de tener que ser siempre las subordinadas, las tontas, las caprichosas... Sabemos que poco a poco se están rompiendo algunos estereotipos y que cada vez hay más anuncios en los que se incorporan otros nuevos, pero no es suficiente, aún nos queda mucho por recorrer. Nosotras también somos poderosas, trabajadoras y exitosas en nuestras vidas. ¡ESTAMOS HARTAS Y QUEREMOS IGUALDAD!